domingo, 15 de junio de 2014

ASTURIANOS EMIGRADOS Y EXILIADOS A AMÉRICA


Ayer publique unos datos que nos recordaban historias lejanas, antiguas, apenas conocidas, pero que nuestros padres, abuelos o bisabuelos, comentaban a veces con más o menos detalles.
Era un artículo de Susana, a la que agradezco me lo haya hecho llegar por privado.


El caso es que dicho artículo suscitó bastante interés y comentarios, sobre todo desde el otro lado del charco, desde donde nos siguen muchos asturianos (hijos, nietos, descendientes lejanos, amantes de Asturias.....en fin : ASTURIANOS).

Buque FLANDES

Por sugerencia y petición de nuestra amiga del Grupo, Paty Mejía, intentaré ampliar hoy algo de lo que fue la gran  afluencia de asturianos hacia América.

Si bien los parientes "directos" de los miembros del Grupo, pertenecen a la emigración del final de la guerra civil española (1939), no fue esa época la primera en que los españoles (mayoritariamente canarios gallegos y españoles) emigraron a América de forma masiva o intensa.
Esa emigración española por razones laborales a América tuvo su más importante cresta en los primeros años del siglo XX. Más de un millón de personas se lanzaron a hacer las Américas entre 1904 y 1913. La mayoría seguían siendo gallegos, canarios, asturianos y cántabros, deseosos de promoción social inalcanzable en regiones con fuertes excedentes de población rural. Estos emigrantes se establecieron fundamentalmente en Cuba, Argentina, Venezuela, Brasil y Uruguay. Hay que tener en cuenta que algo más de la mitad de los que partieron regresaron a España.

Los países que acogieron los emigrantes, fueron mayoritariamente, Argentina México y Venezuela.  No por ésto nos olvidamos de otros muchos países de la América hispano hablante, que acogieron numerosos asturianos y a sus familias.

Los principales motivos de esta masiva emigración a las Américas, son económicos y políticos, si bien numerosos emigrantes de esos tiempos, no tenían un motivo político real, sino más bien sufrían una situación económica y social insostenible : penuria, miedo a lo que estaba pasando y miedo a lo que podría pasar.
Esta situación hizo que la mayoría de los emigrantes se unieran (acomodaran) a los exiliados políticos, quienes tenían una mayor capacidad de organización  y una mejor visión de "lo que se podía hacer".


A comienzos de febrero de 1939, miles de españoles pasan la frontera francesa, encontrando el hacinamiento en inhumanos campos de refugiados e iniciando lo que supuso para todos ellos, un infierno.


Resultaría largo relatar lo que era la situación de aquellos emigrantes. Largo y doloroso.
En todo caso, la estancia en Francia, fue para muchos de ellos la antesala a una vida mejor, dejando atrás el miedo, el hambre, la miseria y la enfermedad. Pasaremos pues, por exigencias de espacio sobre todo, y centrémonos en la partida hacia América.

Muchos fueron los países americanos que estuvieron desde el principio atentos a este sufrimiento y dispuestos a echar una mano, facilitando visados, pagando los pasajes y montando estructuras de acogida una vez en destino. Quiero insistir en el hecho que fueron MUCHOS los países que realizaron gestiones, costearon viajes y ayudaron en los primeros meses de estancia en el país.
Sin embargo, es de justicia notificar que Venezuela, Argentina y México, realizaron esfuerzos dignos de mención y agradecimiento particular.


Otro día hablaremos de como fueron los primeros tiempos de estos emigrantes asturianos, pues hay mucha, muchísima historia que contar; pero por falta de tiempo, hoy solo quiero resaltar a petición de nuestra amiga Paty Mejía, la encomiable labor llevada a cabo por los diplomáticos mexicanos en Francia, y más concretamente de   Gilberto Bosques, Cónsul General de México en Francia.

Estudiosos de la época, estiman en unos 25.000 españoles (una parte importante eran asturianos) los que finalmente acogió México.
A finales de 1938, cuando se colapsó el frente catalán durante la guerra civil española y era evidente el cercano fin de la República, Lázaro Cárdenas envió a Gilberto Bosques a Francia como cónsul y le encomendó la misión de proteger a cuantos españoles republicanos cruzaran la frontera franco española. La labor de Bosques fue mucho más allá y a nombre del gobierno mexicano rentó los castillos franceses de Reynarde y Montgrand, donde albergo a miles de expatriados españoles esperando un pasaje de barco hacia América; otorgó decenas de miles de visas a perseguidos políticos que huían de España, pero también centroeuropeos que huían de la Alemania Nazi y muy pronto, también de la Francia ocupada. Miles de judíos, republicanos y comunistas obtuvieron papeles para emigrar a México y otros países de América Latina. Eventualmente Gilberto Bosques, junto con su familia y varios funcionarios del consulado, fueron hechos prisioneros en Bad Godesberg por los Nazis. Después de casi un año de cautiverio en 1944 fueron canjeados por prisioneros alemanes en México.
En 1946 regresó a Europa como embajador de México en Portugal, gobernada por Salazar, amigo de Franco, y donde, mediante un pacto de caballeros con el dictador portugués, todavía logro rescatar a muchos exiliados españoles. Su carrera diplomática continuó en Finlandia, Suecia y Cuba, durante los cruciales años de su revolución.
Gilberto Bosques
Gilberto Bosques
Murió a los 103 años, perfectamente lúcido; María Luisa Capella contó una anécdota, cuando al saludarlo: “¿Cómo estás Gilberto?”, contestó totalmente serio “Muy bien; lleno de proyectos”.
El exilio español a México, mucho más amplio, trajo a miles de españoles “trabajadores de todas las clases”, como rezaba la constitución republicana española, y tuvieron un impacto muy significativo en todos los ámbitos de la sociedad mexicana. Un ejemplo claro fue la llegada de ocho ex rectores de universidades españolas durante la república, como Blas Cabrera, ex rector de la Universidad Central de Madrid y José Puche Álvarez, ex rector de la Universitat de València, además de varias docenas de científicos y humanistas de primer orden.

Estas líneas son apenas un pequeñísimo apunte sobre uno de los grandes momentos de la emigración hacia América; hubo otros, menos traumáticos y con motivaciones económicas y sociales. Se produjeron de manera más o menos lenta y de forma individual durante muchos años.

Podríamos hablar mucho tiempo del devenir de estas personas, de sus vivencias, de sus recuerdos.....pero no hay sitio.
En otro momento.

PUXA ASTURIES !!! 







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